La suprema, la única operación del arte consiste en dar forma.
Goethe
Goethe
Nos encontramos con
muchas formas de practicar el arte de la pintura. Una de ellas, probablemente
la menos frecuentada, es ser objeto y producto de la contemplación*. Un arte
que se revela tras un abandonarse a un discurrir que busca su cauce. Es un
conocimiento que surge como revelación. Ella, la pintura, delicadamente germina
al dejarse inundar por esa experiencia, la contemplativa, que es pura
disolución en el objeto contemplado hasta vaciarse de certeza o intención.
Germina como un eco.
Llega la pintura como
un viento leve que acaricia esas hojas que parecen existir sólo para ese
encuentro, para ese aire. Y ocupa su espacio como si fuera un aroma, o
un rumor, ante los ojos. Aparece, y el alma lo reconoce y sale a su encuentro
con ansias en amores inflamada: que el eco pareciera ser la propia voz.
*La pintura, precisa
de la meditación para llegar –dice Cristino de Vera- "a un grado más alto, que es
el de la contemplación". En Diálogos con Cristino de Vera en la Fundación C. de
V. Citado por Román Delgado en El Diario.es, 18/09/2016.
Defensa de la contemplación: Bartolomé Rey y Julián Valle
inauguración: jueves 29 de noviembre a las 19:30 h
Del 29 de noviembre de 2018 al 10 de enero de 2019
De lunes a sábado de 17 a 21 h. Domingos y festivos de 11 a 14 h.
AR+51 galería de arte
C. de Venancio González, 13, 45001 Toledo
tel. 925 252 181 - 678478061
www.armas51.com
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