Cuando vayas errante por el mundo fenoménico_Julián V.

Si vas a nacer como un titán, verás bellos bosques y fuegos en todas direcciones. A tus pies geometrías perfectas girando sobre un eje invisible. Bajo ciclópeos batientes, se abrirá a tu paso una puerta de metal precioso tallada con la filigrana de infinitos lamentos. Tu ser poderoso no tendrá temor de entrar, pero debes resistir, acuérdate de resistir. Si entras, tendrás la carga de todos los pesares existentes. La noche sobre este templo esta cuajada de estrellas como nunca viste. Puedes alejarte de allí: debes fijar la mirada en la primera estrella fugaz  y , luego, sumérgete en esa luz lejana y errante pues eres tú mismo brillando en el firmamento. Pues tu cuerpo poderoso solamente es tu turbio reflejo.

Ve errante por el mundo fenoménico.

Si vas a nacer como animal, verás cavernas rocosas y agujeros profundos en la tierra que se pierden laberínticos en todas las direcciones. Será tu ser inmenso y a la vez odre vacío que, adormecido, se verá preso del deseo de seguir rastros que no conducen a ninguna parte. Una atracción irresistible te llevará a un columbario con un nicho donde brota una fuente. No bebas, pues ni bebiendo un océano conseguirás aplacar tu sed. Para librarte de esta implacable necesidad acuéstate sobre los lechos de ortiga que encontrarás al pie del umbral del nicho. Y, por tu bien, no lo traspases.

Ve errante por el mundo fenoménico.

Si vas a nacer como un espíritu hambriento, un viento cálido te mecerá como una hoja muerta por llanuras desoladas y desnudas, cavernas poco profundas, claros en un bosque de grandes extensiones. Si vas allí sufrirás por todo aquello que dejaste atrás, y se inundará tu corazón de un hambre insaciable que te guiará al centro de este paraje. Tus ojos y tu memoria se cegarán al momento y caminarás seguro por el surco circular que crearon tus propios pasos. Y todo, en cada vuelta, te parecerá nuevo y ameno.

No te abandones a este viento cálido, no vayas allí. Acuérdate, resiste y persevera en ello firmemente.

Ve errante por el mundo fenoménico.

Si vas a nacer como un ser infernal, seres transparentes te susurrarán cantos muy gratos al oído y, siguiendo un camino de niebla, te verás atraído fatalmente hacia la entrada de un templo que contiene el sueño de un ser de otro mundo. Y sentirás que estás en un país con casas azules separadas por profundos abismos, y muy al fondo de estos, negras calles donde los seres susurrantes habitan atrapados, como insectos en ámbar, helados.

Sobre todo no entres, resiste la atracción.

Ve errante por el mundo fenoménico.

Si vas a nacer como un dios, verás un templo construido de una materia preciosa extraída de la cantera del tiempo. Es como una montaña de roca: cantera inagotable que se regenera y a la vez se destruye.

Pero has de saber que por fin has llegado, y que este es tu hogar.
Recorre la impronta aún tibia de tu cuerpo en el lecho.
Rueda la piedra que descubre el limen que puedes traspasar.
Nada más puedo decir ahora.
Si estás listo para entrar, entra.

Julián Valle. 2017 oct. 05

 

Texto inspirado por los cuadros de Jesús Max para el proyecto Palacio del tiempo, y por un libro tibetano, el  BardoThödol བར་དོ་ཐོས་གྲོལ  (La liberación por audición durante el estado intermedio.)

Las imágenes son los dos cuadros que Jesús Max dedicó a Palacio del Tiempo en el Huerto del Tertuliano de Fuente Olmedo.

Prophecy
Jesús Max, 2017
óleo s. lino
61 x 45.5 cm.

Mausoleum
Jesús Max, 2017
óleo s. lino
61 x 61 cm.

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