En la pintura de Miguel Galano se pueden encontrar muchas
virtudes. Y entre todas ellas hay un vínculo que imagino
similar a la relación que tiene una planta con todas las partes que la
componen: raíces, hojas, flores y frutos. Así imagino también la conexión entre
lo que se siente, el pensamiento, la mirada y la pintura.
15-13-Rue-Ravignan
Miguel Galano, 2015
Óleo s. lienzo
38 x 46 cm.
Parece como sí a través del ejercicio de la pintura se intentase
recuperar un deslumbramiento vivido…y luego depositarlo latente sobre la
superficie de una tela pintada.
De estas formas y colores surgen unas imágenes que parecen
tener una vocación de transparencia: que no disimulan su verdad. Las
formas que crean estos paisajes parecen estar siempre en un punto indefinido
entre lo que está materializándose y lo inmaterial. Sus sombras o sus luces
parecen como expectantes en una quietud que anuncia la luz o la sombra de lo que
está por venir. Parece como si estos espacios fueran la impronta que remitiera
a una ausencia que se quiere hacer
visible. Y que sólo el temblor de la pintura es capaz de registrar. La transparencia absoluta de la proximidad de
José Ángel Valente: una comunión con lugares y ausencias.
Paisajes de Miguel Galano...Entré en ti. En ti entréme lentamente.*
17-Casa-en-Ville-dAvray
Miguel Galano, 2017
Óleo s. lienzo
75.5 x 81.5 cm.
A partir de las pinturas de Miguel Galano, de
la exposición París Madrid Lisboa en Utopia Parkway entre enero y
marzo de 2018...
*...y de
fragmentos de un poema de José Ángel Valente, del libro No amanece el cantor,
y este, a su vez, recordando a San juan de la Cruz: Entréme donde no supe: y
quedéme no sabiendo...
Julián Valle, Campillo de Aranda, marzo 2018
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