Desarrollo lineal, Chauvet Pont d´Arc y Asher B. Durand.

Se puede creer en el desarrollo lineal del arte que supera un pasado obsoleto(o más bien ¿habría que llamarlo evolución ascendente?).Un desarrollo que, de vez en cuando, vuelve la vista atrás para reinventar -o tomar prestado- algo interesante extraído de su largo recorrido. Como esas modas, con toques eurocentristas, que con ese ansia devoran la envoltura exterior de un arte de tiempos y culturas que desconocen..... y que tampoco tienen interés en conocer. 

Pero hay  otros casos, como los dibujos de Van Gogh  y las estampas japonesas: son  como un eco en las paredes del desfiladero. Alguien podría decir que entran dentro de esa moda que comentábamos antes; pero sospecho que la relación fue otra.... a la vista de sus frutos. Entra dentro de la comunión-comunicación que afecta a algunos artistas independientemente de la cultura…..o del tiempo al que pertenecen. 
Hay quien no cree en esto, y tiene sólidos argumentos.
Puede que sea sólo cuestión de fe.
Esta comunión - a través del tiempo y el espacio de la que hablaba antes- creo se mantiene viva entre los practicantes del arte de la pintura de paisaje.

Un arte -¿sin fin?- que  huye de la evidencia, que es contención, y que establece un sutil equilibrio entre la visión general y el detalle. Se aparta de lo grandilocuente y de todo aquello que provoca un ruido innecesario en la obra. Se aleja del decir. De ese decir que necesita rellenar .....de contenido (ruido) para hacer como que dice. Necesita de la quietud…del silencio. Ramón Gaya -con  eco taoísta- habla de una existencia cóncava.    Como una cueva donde  aguardamos expectantes ante la manifestación de la obra en nuestro propio interior, en nuestra propia cueva



Quien disfruta de este pararse ante la obra  sabe que no hay tecnología más sofisticada  que un grafito sobre un papel blanco. Aquí (permitidme) sería interesante retornar a nuestro conocido el desarrollo lineal. Y ahora hacer una parada en la pintura parietal prehistórica y la superación (ahora sí) de el cliché del naturalismo a la abstracción (aquí también hay tema, hay cosas que aún se mantienen) para ver las imágenes de la cueva de Chauvet Pont d´Arc (descubierta ¡el 18 de diciembre de 1994!) en Francia datadas entre hace 30 y 32.000 años, es decir ¡auriñacienses!, es decir de los principios torpes del arte. Estas fechas -ahora- las  más antiguas en el mundo de la pintura parietal, echaban por tierra las teorías sobre el desarrollo lineal del arte. Sólo hay que ver estas imágenes, que muestran dibujos frescos y certeros, e imaginarse que impresión puede dar la visión de estas maravillas para quien tiene el privilegio de disfrutar de su estudio.


¡O de pasar las páginas de los cuadernos de Asher B. Durand!


Bueno, pensaba hablar del chan-chouei –aguas y montañas- taoístas….del arte del paisaje…del Mandala figurativo….del microcosmos que concentra la sustancia misma del universo……. que se halla en el dibujo de un árbol o una roca. Todo, por  recordar, a quien no lo ha visitado, que el próximo día 9 se clausura la exposición Los paisajes americanos de Asher B. Durand (1796-1886) en la Fundación Juan March de Madrid.
Un artista que pintó (interiorizó) paisajes muy queridos y también muy cercanos. Recomiendo disfrutar de sus árboles dibujados. Existe un sutil hilo que comunica estos dibujos, con los chan-chouei, con los Chauvet…o con los dibujos con caña de Vang Gogh. Sonidos con vocación de silencios: música. El dibujo como respiración: vida.


Muy recomendable ésta....y cualquier otra de Berger:



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