2.12.12

Jesús Max_ Shitao_Mirar con la mano como guía.



 "Abandonándose a la voluntad de la mano, de un gesto, se aprehenderá la apariencia formal tanto como el impulso interior de los montes y los ríos, de los personajes y los objetos inanimados, de los pájaros y las bestias, de las hierbas y los árboles, de los viveros y los pabellones, de los edificios y las explanadas, se pintará según su naturaleza o se interrogará la significación, se expresará el carácter o se producirá la atmósfera, se lo revelará en su totalidad o se lo sugerirá elípticamente.Aún cuando no se sepa cómo fue llevada a cabo, la pintura responderá a las exigencias del espíritu".
Shitao. Discurso acerca de la pintura*



Jesús Max, 2012
Oil on canvas on panel
24 x 77 1/2 inches


En este mundo de imágenes, a pesar de que continúa la práctica de la pintura en el arte contemporáneo, parece interesar cada vez menos su cualidad material: quizá el artista haya conseguido –por fin- desvincularse del gremio artesano y de la maldición de Platón, y unirse a una élite que no necesitará ensuciarse,  ya que –liberado de cadenas- sólo trabajará con las ideas.  Por ello cuando se habla de estas cuestiones materiales, se habla sólo para aquellos creyentes  que con su práctica descubren, y para los cuales, el arte anterior no es equipaje pesado, más bien es un horizonte sin límites que les permite descubrir nuevos caminos, reinventarse o transformarse.


Existe -quizás desde el principio- en la mirada, un proceso de exploración casi táctil. Para el  pintor que mira contando con estas experiencias atesoradas, la mano le descubre el mundo a través de su propio trazo o mancha, pero también  mediante las manos de otros, que pertenecen siempre a alguien que al hacer crea, y que al crear vive. Y así se desvelará  un eco alojado en nuestra memoria, mediante la visión de la impronta dejada por otra mano creadora.
Porque el pintor, ante la pintura de cualquier época, mira siempre con la mano como guía. 




Jesús Max, 2012
Oil on wood panel
20 X 20 inches


Estas pinturas de Jesús Max tienen como fundamento la realidad representada; utiliza la pintura –pintada- como herramienta para reconstruir un mundo que así será pensado y desvelado, con un acariciar que medita a cada paso: como quien contempla desde la orilla su propio discurrir.

Ese toque de  su mano transforma las imágenes de referencia en algo distinto. Creando de esta manera  una crisálida que encierra la misma realidad, latiendo, ya trasformada.

THE MESSENGER 
Jesús Max, 2012
Oil on canvas on panel
41 x 25 inches


Imagenes pintadas como diferentes pensamientos. Imágenes asociadas que pueden parecer extrañas al motivo principal, pero funcionan a modo de glosas. Y al asociarse pueden oscurecer a la vez que aclaran -o desvelan- un elemento en la composición del cuadro, o su motivo principal. O son como un detalle aparentemente marginal, que  por ser marginal  queda retenido profundamente, como el poso de la visión que sólo las obras de calidad nos ofrecen.

Aparecerá ante nosotros cada elemento como un personaje sobre la superficie pintada, representando una escena que nos sumerge en su propia historia que es nuestra historia. Y allí permanecerá depositada  en nuestra mirada, y por siempre  viva. 

 
  
Jesús Max, 2012
Oil on wood panel
22 x 36 inches



*La Universidad de Granada publicó Shitao. Discurso acerca de la pintura por el monje Calabaza amarga.


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